Corría el año 2013. Por aquel momento yo era madre de dos polluelas, de tres años y de nueve meses. Mi vida era un remanso de paz idílico, tanto que que hubo una marca de compresas que quiso filmar un anuncio basado en mi vida.
Pero todo cambió de repente.
La heredera, tras un paso triunfal por la guarde, de la que se graduó con honores, iniciaba su etapa en el cole de mayores. El primer día todo fueron nervios: qué guapa estás con el uniforme, pareces una niña mayor, dónde está tu clase, espera que hay que hacer la fila... Padres y madres despedíamos a nuestros vástagos con lágrimas en los ojos, comprendiendo que cuando volvieramos a verlos, ya nunca más serían nuestros bebés.
Y pasó.
Oí como el móvil sonaba dentro de mi bolsillo. Lo saqué, desbloqueé la pantalla y ahí estaba, mirándome con la desfachatez propia de alguien que sabe que se ha metido en tu vida para convertirla en un infierno.
Yo en este momento casi hubiera preferido ver en la pantalla una notificación de hacienda diciéndome que tenía que presentar las declaraciones de los últimos quince años, así mismo te lo digo.
En su inicio, los grupos de whatsapp de padres nacen con la voluntad de estrechar lazos entre padres, estar en contacto unos con otros, hacer quedadas para ir al parque y compartir todas las vicisitudes de la paternidad.
Ja. Ja ja. Jajajajajajajajajajajajajajajajaja.
En mis cinco años de experiencia como madre miembro de grupos de whatsapp (tres del cole, dos de ballet y uno de catequesis), he descubierto que los grupos de whatsapp sirven básicamente para que te hierva la sangre entre cuatro y cinco veces al día, para que te muerdas la lengua otras tantas y sobre todo, para que investigues en internet si hay alguna manera de salir de un grupo sin que se note (no la hay, ya os lo digo).
En los grupos de padres siempre hay uno, el enterao, que es el que hace las veces de agenda. Es ese padre o madre que sabe siempre TODO. Cuándo hay que pagar la excursión, los deberes que han mandado, los disfraces que tienen que llevar para la función. TODO. Y no espera a que le pregunten, porque además de enterao es voluntarioso y antes de que tú le preguntes, ya te está dando una información que considera vital.
Luego está el padre o madre que no se entera de nada, el que manda un mensaje el domingo a las nueve menos diez de la noche para preguntar si los deberes de mates eran dos páginas o tres, el que no sabe si el miércoles es festivo y no hay cole y similares. Generalmente hará ver que su ajetreada vida no le permite estar pendiente de estas mierdas cosas y tampoco dejará pasar la oportunidad de criticar a los maestros, sus vacaciones y lo poco que trabajan.
A veces los grupos de padres se convierten en ONG´s que tan pronto apoyan una causa como recaudar fondos para un albergue de perros jubilados (un euro por cada vez que se comparta el mensaje en whatsapp, ojocuidao) como te previenen sobre una ola de secuestros y robos que están ocurriendo en el parking del mercadona. Es la labor social de los grupos de padres.
Capítulo aparte merecen los mensajes que se envían por error, que pueden ser fundamentalmente de dos tipos. El primero es ese mensaje que llega al grupo de padres "por error". Casualmente, suele ir acompañado de foto que despierta envidias y seguido inmediatamente por un "uy, perdón, me he equivocado de grupo". El segundo error es la CAGADA, que adquiere tintes dramáticos en situaciones como la madre que envía al grupo de padres general un mensaje tipo "gracias por la invitación, allí estaremos", creyendo que lo envía al grupo del cumple y dejando claro qué niños no han sido invitados al mismo.
Podríamos estar así años, pero el post se me está quedando muy largo y ustedes tendrán cosas que hacer. Si me admitís un consejo, cuando os añadan al grupo de padres, activad la opción de "silenciar por un año" y no entréis nunca. Total, mi madre no tenía grupo de whatsapp y conseguí acabar la EGB.
Un abrazo chillao.
Pero todo cambió de repente.
La heredera, tras un paso triunfal por la guarde, de la que se graduó con honores, iniciaba su etapa en el cole de mayores. El primer día todo fueron nervios: qué guapa estás con el uniforme, pareces una niña mayor, dónde está tu clase, espera que hay que hacer la fila... Padres y madres despedíamos a nuestros vástagos con lágrimas en los ojos, comprendiendo que cuando volvieramos a verlos, ya nunca más serían nuestros bebés.
Y pasó.
Oí como el móvil sonaba dentro de mi bolsillo. Lo saqué, desbloqueé la pantalla y ahí estaba, mirándome con la desfachatez propia de alguien que sabe que se ha metido en tu vida para convertirla en un infierno.
TE HAN AÑADIDO AL GRUPO "MAMIS 1º INFANTIL 😍"
En su inicio, los grupos de whatsapp de padres nacen con la voluntad de estrechar lazos entre padres, estar en contacto unos con otros, hacer quedadas para ir al parque y compartir todas las vicisitudes de la paternidad.
Ja. Ja ja. Jajajajajajajajajajajajajajajajaja.
En mis cinco años de experiencia como madre miembro de grupos de whatsapp (tres del cole, dos de ballet y uno de catequesis), he descubierto que los grupos de whatsapp sirven básicamente para que te hierva la sangre entre cuatro y cinco veces al día, para que te muerdas la lengua otras tantas y sobre todo, para que investigues en internet si hay alguna manera de salir de un grupo sin que se note (no la hay, ya os lo digo).
En los grupos de padres siempre hay uno, el enterao, que es el que hace las veces de agenda. Es ese padre o madre que sabe siempre TODO. Cuándo hay que pagar la excursión, los deberes que han mandado, los disfraces que tienen que llevar para la función. TODO. Y no espera a que le pregunten, porque además de enterao es voluntarioso y antes de que tú le preguntes, ya te está dando una información que considera vital.
Capítulo aparte merecen los mensajes que se envían por error, que pueden ser fundamentalmente de dos tipos. El primero es ese mensaje que llega al grupo de padres "por error". Casualmente, suele ir acompañado de foto que despierta envidias y seguido inmediatamente por un "uy, perdón, me he equivocado de grupo". El segundo error es la CAGADA, que adquiere tintes dramáticos en situaciones como la madre que envía al grupo de padres general un mensaje tipo "gracias por la invitación, allí estaremos", creyendo que lo envía al grupo del cumple y dejando claro qué niños no han sido invitados al mismo.
Podríamos estar así años, pero el post se me está quedando muy largo y ustedes tendrán cosas que hacer. Si me admitís un consejo, cuando os añadan al grupo de padres, activad la opción de "silenciar por un año" y no entréis nunca. Total, mi madre no tenía grupo de whatsapp y conseguí acabar la EGB.
Un abrazo chillao.