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sábado, 25 de julio de 2020

El Hola que nos merecemos

Por fin tenemos el ¡Hola! que llevamos tiempo reclamando, porque aunque la portada de esta semana es un aburrimiento, el interior es oro molío. Ana Boyer es una chica adorable y muy mona, pero con sinceridad, a mí me despierta un interés cero. Pero como se suele decir, no se puede juzgar un libro por su portada y el ¡Hola!, muchísimo menos. 


En páginas interiores nos encontramos con una reportaje cuya protagonista es Beatriz de Orleans, que acaba de pasar el coronavirus. La revista también nos informa de que ha sido condecorada con la Orden de Isabel la Católica por fundar la Asociación Española del Lujo y de que sus planes inmediatos son dar una fiesta enorme cuando pase esto. Si esto no es ¡Hola! en estado puro, yo ya no sé. Pero por si nos quedaba alguna duda, también nos enteramos de que sus hijos "han hecho matrimonios fantásticos" (sic) porque se han casado con gente católica, culta y fiel. Decidme que no es una maravilla. Esto es lo que esperamos de ¡Hola!, no que una señora muy sincera nos diga que no nos va a contar si se tatúa los pezones, porque pertenece a su intimidad. 

Beatriz de Orleans, condecorada
Pero nos hemos adelantado un montón y nos hemos dejado en el tintero muchos temas. Empecemos, como mandan las tradiciones, con los millonarios random. Esta semana conocemos la casa de una pareja que parece que lleve varios días sin comer caliente. Él es Lapo Elkann, nieto del fundador de Fiat y ella, Joana Lemos, una pilito de rallies que le ha cambiado la vida como sinónimo de que le ha sacado del mundo de las chuches y el azúcar glass.

Para los que no conozcan al caballero, os cuento que la mayoría de nosotros lo conocimos en el año 2016 por ser detenido por fingir su secuestro y pedir 10.000 euros a su familia, tras pasar dos días con prostitutas, drogas y alcohol. Vamos, que se quedó sin cash y en vez de pedirle a su madre que le hiciera un bizum, pues le dijo que le habían secuestrado. Pero el caso es que ya está recuperado de todas esas cosas y ha creado una campaña solidaria (www.nonosrendiremos.org) para la lucha contra el hambre y está dedicando su tiempo a actividades más productivas. Bravo por él.


Pero centrémonos en la casa. La casa es como si alguien hubiera metido en una coctelera todas las tendencias en decoración desde 1960 hasta el 2020 y las hubiera vomitado. Encontramos suelos en zig-zag, papel pintado de palmeras, palmeras propiamente dichas, cuadros de flores pop-art, sofás de escay, cojines animal print, taburetes con damero, una estantería con unos cuarenta pares de zapatos marrones (algunos necesitarían un poquito de kanfor), incluso una bañera en la que han colocado todos los botes de gel que han ido arramplando por los hoteles, con las paredes de espejo y decorada con cuadros. ¿Quién pone cuadros en una bañera? Pues nuestro amigo Lapo es así de original, que una cosa os digo, los nombres propios deberían poder cambiarse según el país al que vayas a ir, tipo cuando al Mitsubishi Pajero le cambiaron el nombre en España y países de habla hispana por motivos que no hace falta que os cuente.

Dejando a Lapo, nos vamos a la sección "señoras estupendas en bikini" en la que esta semana encontramos a Eugenia Silva, Paz Vega, Laura Vecino y Rafael Medina y Sandra Gago, una impresionante premamá, según el Hola, que no te digo yo que no, pero ni rastro de barriga.



También tenemos en este número de ¡Hola! la boda que nos robaron, pero de esto ya hablamos largo y tendido en el post de la semana pasada y no hay mucho más que añadir, porque además, tenemos que centrarnos en que Mar Flores ha vuelto con Elías. Porque probablemente lo habían dejado. Y probablemente lo vuelvan a dejar, pero no os preocupéis, que volverán de nuevo. El caso es que han pasado el confinamiento separados y ahora se han vuelto a juntar en Saint Tropez. Yo calculo que para antes de septiembre ya habrán roto de nuevo.

Mar, ¿estamos juntos ahora o lo habíamos dejado, que no me acuerdo?
Luego una cosa muy triste y es la situación del rey emérito, que está pasando un momento muy difícil porque le han pillado regalando millones de euros a sus amigas entrañables y, por lo que sea, a la gente no le ha sentado bien. Cómo no estará la cosa para que ¡Hola! reconozca que a los reyes les han pitado un poquito en su gira de presentación de nuevo disco... Pero bueno, pelillos a la mar, que los reyes se han ido al cine - que no iban desde navidad - y aprovechan para informarnos de que a la reina le gustan las frambuesas y, ojo, ojo, los torreznos. ¿No será la reina fan de Paquita Salas?

Letizia y Paquita, unidas por los torreznos
Y por fin llegamos al tema de la portada, el nuevo embarazo de Ana Boyer. Nos cuenta que está muy bien, que se encuentra fantástica, que le da igual que sea niño o niña y que no saben dónde va a nacer. Pero atención, que el dato más importante lo dan así como de pasada y no se le da la importancia que merece. Resulta que según nos cuentan, Ana y Fernando se confinaron en el mes de marzo en casa de Isabel Preysler y del embarazo se enteraron en mayo. Si las cuentas no me fallan, saquen ustedes sus conclusiones, porque entre esto y que la nieta de la reina de Inglaterra pasase la noche anterior a su boda bajo el mismo techo que su novio, yo no sé dónde vamos a llegar.

Y hablando de bodas, se ha casado la nieta del barón Thyssen en secreto y por sorpresa. La muchacha en cuestión, es que sé que no me vais a creer, pero es diseñadora de joyas, os lo juro por la gloria de mis Holas pasados. La cuestión es que, como ya hemos dicho, la boda fue por sorpresa y esa debe ser la razón de los estilismos, porque no encuentro otra.

Foto: Cosas.pe
Yo no sé por dónde empezar, así que vayamos por los padres de la novia, a la derecha. Ella no es Tita Thyssen, os lo prometo, es su hijastra, esa con la que casi se tira los cuadros a la cabeza y que ha acabado por ser un clon suyo. No tengo palabras. No sé si es el sombrero de JR de Dallas lo que más me gusta, o el cinturón de la colección 95-96 de Almacenes Salamanca. Aunque tal vez sea la camisa de brilli-brilli, no lo tengo claro. En cuanto al padre, solo decir que hay sitios dónde te entallan la ropa y te la dejan niquelada. La pose de la novia "date prisa, que me hago pis" también es reseñable. 

Y lo vamos a ir dejando, porque me tengo que ir, con una muchacha a la que he conocido en el día de hoy, llamada María Fernández-Rubíes, que debe haber hecho cosas muy importantes en la vida porque parece ser que tiene seiscientos mil seguidores y que también está preñatis. Nos dice que que no nos equivoquemos, que la gente de a pie suele pensar que eso de ser influencer es fácil, pero que la cosa lleva muchísimo trabajo. 



No seré yo la caiga en ese error, ya que desde que vi un reportaje en Cuatro sobre lo durísimo que era ser influenser, no quiero ese trabajo ni regalado. Aquí podéis leer un pequeño resumen de las durísimas condiciones de trabajo a las que se enfrentan y lo poquísimo valoradas que están las influs. Si es que deberíamos salir a aplaudirles todas las tardes a las ocho.

Y hasta aquí el Asivemoselhola de esta semana. Os espero en Instagram para analizar con mayor profundidad alguno de estos temas y si ustedes gustan, en cualquiera de mis novelas que tienen ustedes disponibles en cualquier librería (enlace a la derecha).

Ah, no me quiero ir sin agradeceros que hayáis dejado a Amazon sin existencias de la primera de ellas, "Nosotros, en singular, se dice tú y yo". ¡Gracias de corazón!

¡Un abrazo chillao!

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domingo, 19 de julio de 2020

Nos han robado una boda real

Que el coronavirus está causando estragos y que ha vuelto la vida del revés a prácticamente todo el planeta, es algo que ni se discute. Pero si hay algo que no le perdonaré jamás al bicho este es que nos haya privado de la posibilidad de asistir a la boda de Beatriz de York. Vale, sí, se ha casado y lo hemos visto, pero nosotros queríamos una boda como la de su hermana Eugenia, con su Sarah Ferguson sudando cual Camacho en el Muncial, Sumaje entrando al templo al ritmo de God save the Queen y Harry de chaqué. Sobre todo, esto último, para qué nos vamos a engañar.

Yo no sé si recordáis aquella boda, pero por si acaso os voy a hacer un pequeño recordatorio, para que os hagáis a la idea de lo que nos hemos perdido. En primer lugar, vimos que Sarah Ferguson es tan de carne y hueso como todos los mortales y que que cuando se pone nerviosa suda, pero mucho.


En cuanto a los invitados, pudimos comprobar que en las bodas reales, muy bien no debe dar de comer y que por eso algunos invitados se llevan el happy meal. 

Foto de mis destacados de Instagram 
Además de comer regulinchi, las bodas reales también tienen que ser un aburrimiento máximo, por eso, en la boda de Eugenia tuvieron el detalle de contratar a un mago, que venía directamente de la taberna de Frasquito, de tomarse un chato. 


La música es algo que tampoco puede faltar en ninguna boda y en la de Eugenia, los novios no se decidían entre ABBA y Britney Spears, suerte que ellos se lo pueden permitir y llevaron a las dos.

Foto de mis destacados de Instagram
Pero nada de esto ha sido posible en la boda de Beatriz y nos hemos tenido que conformar con una boda pequeñita e improvisada, o eso dicen. Resulta que Sumaje tenía que condecorar a Sir Thomas Moore, un señor de 100 añazos que ha recaudado 32 millones de libras para la lucha contra el coronavirus y aprovechando que la abuela se había puesto la faja, pues han organizado la boda. 

Si Beatriz puede guardar la distancia social con sus abuelos el día de su boda, tú también puedes hacerlo con tus amigos cuando te tomes una cerveza.
Es lo bueno de pertenecer a una familia real, que organizas una boda en dos patadas. No tienes que coger fecha en la iglesia con meses (o años) de antelación, porque tienes la capilla de Todos los Santos del palacio de Windsor para ti sola. No tienes que contratar cátering, ni camareros y la barra libre tampoco es un problema, porque Sumaje acaba de sacar su propia marca de ginebra, fabricada a partir de plantas del mismísimo palacio de Buckingham.  

Por 44€ de nada podéis beber la ginebra de Sumaje y, seguramente, ser inmortales como ella.
Foto: La Vanguardia
Una de las decisiones más importantes para todas las novias es el vestido y los complementos, pero si tu abuela es la Reina de Inglaterra, lo tienes chupao. Sumaje ha lucido cantidad de vestidos blancos a lo largo de sus casi setenta años de reinado y entre todos ellos, a Beatriz le ha gustado uno que la reina ha llevado en tres ocasiones a lo largo de su vida: en un viaje de estado a Roma en 1961, en el estreno de Lawrence de Arabia en 1962 y en la apertura del Parlamento en 1966. Como comentábamos hace unas semanas en Asivemoselhola, a lo que tú llamas "ponerte la ropa más de una vez", los royals lo llaman "reciclar". El vestido era un diseño de Norman Hartnell, que también diseñó el vestido de novia de la reina y el de la princesa Margarita con Tony Armstrong (esperemos que el matrimonio de Beatrice se parezca más al de su abuela que al de su tía abuela). 

La reina en su viaje a Roma en 1961, cuando estrenó el vestido.

Sumaje en el estreno de Lawrence de Arabia, en 1962, repitiendo modelo

Sumaje, aburrida de la vida de ponerse el mismo vestido, en 1966
En honor a la verdad, hemos de decir que en esta ocasión sí que se ha hecho una verdadera labor de reciclaje, si por eso entendemos hacerle unos arreglos. Le han puesto mangas y le han añadido un palmo y medio de raso al bajo, que Sumaje será muchas cosas, pero un ángel de Victoria Secret, no es una de ellas. Yo no sé mucho de costura, pero, ¿otro apaño no había? En cualquier caso, la novia estaba monísima, yo ya os he dicho en Instagram que para mí es la princesa Ariel, solo le falta llevar una pecera con Flounder en vez de ramo.

Bajo el mar, bajo el mar, vives contenta siendo sirena, eres feliz...
Otro detalle de la novia es que ha llevado la misma tiara que llevó su abuela en su boda, la tiara Fringe de Hannover, que también llevó la princesa Ana cuando se casó con Mark Phillips. Ya os digo que esto de ser royal es un mundo de ventajas en lo que a organización de bodas se refiere. Solo tienes que irte a la Torre de Londres y darte una vuelta por allí hasta encontrar algo que te guste. 

Sumaje el día de su boda
La princesa Ana, el día de su boda, con la tiara Fringe y el peinado que enamoró a Drácula, de Bram Stoker. 
En cuanto a los invitados, poco se sabe, porque en las fotos que han compartido solo aparecen los abuelos de la novia, pero según dicen, es posible que hayan acudido tanto los padres de la novia, Andrés y Sarah, como los del novio Nikki Shale y Alex Mapelli Mozzi - ¿no os parece maravilloso que los padres se llamen Nikki y Alex, como los gemelos del tío Jesse en "Padres forzosos"? - así como los hermanos de los novios. Se supone que Kate y William también habrían ido y se da por seguro que Meghan y Harry se han quedado en Los Ángeles, de incógnito con su mascarilla como ya vimos la semana pasada en ¡Hola! 

Lo que sí que es seguro es que no hay mal que por bien no venga, en primer lugar porque con esta boda tan sui generis, la casa real inglesa se ha ahorrado el trago de solucionar el marrón de quién llevaba a la niña al altar. Y es que claro, no me imagino yo al príncipe Andrés andando por el pasillo central de Westminster, la catedral de San Pablo o de la capilla de San Jorge, del palacio de Windsor, por muy padre de la novia que sea, después de enterarnos de que, presuntamente, obligaba a menores de edad a acostarse con él. Con esta boda tan discreta y reducida - al menos, en lo que ha trascendido a la opinión pública - se acabó el problema, circulen señores, que aquí no hay nada que ver. 

El otro problema del que se han librado es qué hacer con Camilla. Sarah, como íntima amiga de Diana que era, no la puede ni ver sin hacerse cruces. En la boda de Eugenia, casualmente Camilla tenía preparado un viaje a Escocia para visitar una escuela infantil que era imposible de cancelar, tal y como os conté en Instagram, dónde tenéis un destacado con la crónica de aquella boda. 



Pero hay que admitir que la versión oficial del viaje no se sostiene, porque como todos sabemos, solo existe una razón poderosa para ir a Escocia: 

Yo tocaré piedras por ti
Y esto es todo, amigos. Esperemos que el puñetero coronavirus desaparezca pronto de nuestras vidas y deje de privarnos de estos raticos, porque... ¡ay, si no fuera por estos raticos!

Un abrazo chillao. 
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miércoles, 15 de julio de 2020

Sinceramente os lo digo

Últimamente tengo la sensación de que nos enfrentamos a un mundo nuevo, desconocido, en el que ya no queda nada de la realidad que un día conocimos. Gracias a Dios, a veces nos llegan señales que nos indican que no, que todo sigue siendo como siempre y que nada ha cambiado. Una de esas señales es la portada de Hola de esta semana, en la que Terelu nos vuelve a dar su entrevista más sincera y con esta ya van... bah, he perdido la cuenta. Está claro que el generador automático de titulares de Hola funciona a las mil maravillas. ¿Que tenemos una entrevista con Terelu? Pues está claro, o es su entrevista más sincera, o se sincera como nunca, o sinceramente nos cuenta unas cosas que ya nos había contado antes, pero ahora se va a sincerar mucho más. Terelu se viene sincerando en Hola una vez al año, más o menos. 


Terelu se sincera esta semana

Terelu se sincera en 2019

Terelu se sincera en 2018 

Terelu se sincera en 2017

Terelu se sincera en 2016
Terelu se sincera en 2015 
¿Y qué nos cuenta Terelu que no sepamos ya? Pues que ha vendido su ático, pero que los muebles los ha regalado y que su casa tiene tres habitaciones: para ella, para el vestidor, para su madre y para la persona de servicio. Sin ser yo matemática, diría que no me salen las cuentas. La casa en sí es como si la hubieran pasado por un filtro de Instagram de color naranja y turquesa, los colores favoritos de las influs y lo mejor, según ella, es que está al lado de la casa de su hija. Habría que preguntar a la hija si tiene la misma opinión. Y bueno, que está muy bien sola, que no echa de menos tener novio y que no va a decir si Alejandro Sanz al final le regaló tatuarse pezones, porque eso pertenece a su intimidad. Cuando nos contó que se lo había ofrecido, se conoce que no era una cosa íntima.

Cambiando de tema, nos vamos a la sección de tu casa no es la mía, también conocida como millonarios random. Esta semana conocemos a Carole y Remi Tessier, que así por el nombre no os sonará, pero si os digo que es diseñador de interiores de superyates, os sonará todavía menos. Aunque parece que la entrevista se la van a hacer a él, al final la única que habla es ella. Nos cuenta cosas tan interesantes como se conocieron mientras él le hacía una entrevista de trabajo un sábado. Esto dicho así suena un poquito a acoso laboral, pero pronto nos aclara que no, que a la media hora de haber intercambiado unas miradas, ya estaban enamorados locamente, pero no sé como te lo viadecí. 

El salón de la casa de esta semana está presidido por este cuadro, que no sabemos si es un Pokemon, una flor de las de Mario Bros. o una representación muy cuqui de esos días del mes en los que las nubes nos huelen a muerte y destrucción
Foto: Coveteur.com
El matrimonio Tessier tiene ocho hijos - que no siete, como os he dicho en Instagram -, seis niñas y dos niños, pero es como si los hubiera tenido otra, porque ella está estupenda. Nos dice que los niños tienen su espacio propio, porque es muy importante para su desarrollo. Bueno, para su desarrollo y para la salud mental de los padres, porque ponte tú a ver Dark con los ocho niños en el salón. Te quitas la vida. Pero si os creíais que ocho niños se mantienen solo con el sueldo de diseñador de superyates, estáis muy equivocados. Ella también trabaja y nunca podríais adivinar en qué. Os lo voy a decir ya porque es que no os lo podéis ni imaginar. Es diseñadora de bolsos. Sí, sí, cierra la boca, que ya sé que estás flipando. Y qué bolsos, amiga. Bonitos, finos, elegantes y económicos, sobre todo esto último. Yo juraría que algún modelo lo he visto en el hiperasia de mi barrio, aunque no los recuerdo yo tan caros.


Este último de Sumaje me lo podéis regalar para mi cumple. Creo que son 1600 euros, está tiradísimo de precio.
Si seguimos cotilleando por la revista nos enteramos de que los Mónaco siguen de vacaciones, que me vais a perdonar, pero luego dicen de los maestros. No estoy segura de haber visto una noticia de esta gente en la que no se mencionase la palabra "vacaciones" por algún lado. Nos cuentan que la pequeña ha heredado la elegancia de su madre, pero no aclaran si eso es bueno o malo. 

Luego nos encontramos que la hija de Noor de Jordania se ha casado con el nieto de Roald Dalh, el autor de Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate. Se conoce que en homenaje al abuelo del novio, escritor de clásicos de la literatura infantil, o bien porque se conocieron en la India, el caso es que la novia se inspiró en la princesa Romy, la de Willy Fog, para elegir su traje de novia. 

Yo soy Romy, dulce y fiel, y vivo enamorada de él
Foto: Minutoe.com
Tenemos también a mucha gente en bikini, todas espectaculares y de nuevo nos encontramos al señor que está llamado a convertirse en Ortega Cano con "su nueva acompañante" (a mí no me miréis, es el Hola el que la llama así). Yo ya os dije que era #teamPaloma, pero es que Hola también lo tiene claro. Nos informa que mientras que el susodicho estaba viviendo la vida loca con su jovencísima pareja (tal cual), Paloma estaba a lo que tenía que hacer, cuidando de sus hijas. Y que, ojocuidao, que es que no hay ni separación legal. Solo les falta añadir "vergüenza de tus hijos, Enrique". Mientras, Diez Minutos publica imágenes de la pareja. Nos quedará la duda de si a Hola le han comido la tostada o si ha pasado olímpicamente de sacar esta estampa tan ridícula bonita.

Enrique, en esta tabla cabemos los dos.
Foto: Diez Minutos
El resto de noticias son como un deja vu de otras semanas: los reyes de gira, la Pombo, que nos la quieren meter por narices, pero ya te digo yo que no cuela, Harry y Meghan que salen de su escondite, aunque hace dos semanas y la semana pasada también salieron en la revista, así que muy escondidos no estarían y Ana de Armas, que en la página 47 nos dicen que se parte de la risa con Ben Affleck, pero que a juzgar por la foto, si me dices que le ha dado un cólico nefrítico, también me lo creo. Ah, y que casi se me olvida, esta semana cocinan Aldo Comas y Macarena Gómez, algo que dicen que es una paella, pero que no sé si será arroz con cosas. Hola los define como una pareja moderna, incluso en la cocina. Luego Aldo nos dice que en casa solo cocina él, que la otra no sabe ni dónde se guardan las sartenes. Yo no digo nada. 

En fin, que esto ha sido todo, amigos. Recordad que mañana jueves 16, a las 17 horas, presentaremos en directo mi nueva novela en Instagram y que estáis todos invitados. Durante el directo, daré la respuesta a la pregunta que os he dejado en un post en mi cuenta y entre todos los que acertéis, sortearé dos ejemplares firmados de mi nueva novela, Si sentara la cabeza, pensaría con el culo, que podéis adquirir pinchando en el enlace (o yendo a una librería, que es mucho mejor opción que Amazon). 

¡Un abrazo chillao!
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domingo, 12 de julio de 2020

Divorcios y gazpachos con tomates (de verdad)

Esta semana, como ya vaticiné en Instagram, la portada de Hola es para Paloma Cuevas. A ver, tampoco nos vamos a echar flores, que la cosa era muy evidente, pero no por ello deja de ser un remiendo en todo el truculento asunto de la separación, que no divorcio, de la pareja más aburrida - hasta ahora - de España.


El caso es que desde la portada, Paloma parece mirar compungida, con la mirada perdida, triste por su separación. Y digo que parece, porque si observáis, en la mano lleva su móvil y en exclusiva os digo que lo que acababa de ver era esto:


Mientras que en Hola, Paloma trata de ofrecernos una imagen de se nos rompió el amor de tanto usarlo y nos cuenta que todo esto lo han llevado de la mejor manera posible, juntos, apoyándose, siendo amigos, mientras les salen arcoíris de las pestañas y comen gominolas, en Semana va Enrique y se nos marca un vivo por ella, contándonos que está enamoradísimo de la muchacha esta, a la que debió conocer en un parque de bolas.

Una cosa os voy a decir: yo, si hay que tomar partido, voy con Paloma. Así mismo os lo digo. Que será una sosa y una lacia, pero chica, ahí ha estado, viendo venir que el Grecian 2000 iba a formar parte de su vida y rezando para que, al menos, Enrique conservase las cejas. Y ojo, que nosotros lo vemos todo muy fácil desde casa, pero recordad que a Enrique le dio por cantar rancheras y a ver quién es la guapa que aguanta en este plan. Yo casi que prefiero la muerte que vivir contigo, dame veneno.


Ahora, una cosa tengo que reconocer, Enrique no se ha saltado un cliché: por un lado, ella pidiendo respeto y diciendo que lo importante son sus hijas y sus padres y que no tiene el pussy para little lanterns y el otro, haciendo el ridículo en el Instagram de su nuevo amor. Que no tienes quince años, Enrique, que vas camino de los cincuenta, hijo de mi vida. A mí me vais a perdonar, pero si yo veo a mi marido, con una muchacha veintisiete años más joven que él - vein-ti-sie-te - en tal que esta situación, me daría muchísima vergüenza.

Foto: Instagram Ana Soria

De ella qué os voy a decir. Está claro que ahora que la presidencia del Hard Stomach Club ha quedado vacante, se impone buscar una nueva candidata y esta chica tiene muchas papeletas. Eso siempre y cuando no decidamos crear una sección kids en el club, porque está claro que entre esta niña, la del Matamoros y la novia de Cayetano Martínez de Irujo tenemos suficiente concurrencia para hacerlo.

En fin.

Siguiendo con Hola, nos cuentan que las gemelas Igles se han venido a la Costa del Sol y que ni el coronavirus ha podido impedirlo. Que se han ido a montar a caballo y que lo mismo se van a Ibiza, porque debe ser que el coronavirus se ha ido de vacaciones y yo no me he enterado.

Aquí, sufriendo
Foto: Instagram Victoria Iglesias
Los reyes siguen de gira y esta vez han recalado en Cuenca, donde empezó su luna de miel. La oficial, la que pagamos nosotros. La que le pagó el amigo del emérito fue algo más exótica. El caso es que se dieron un paseo por Cuenca, compraron un décimo de lotería y se fueron a Benidorm, que en Cuenca hacía mucho calor.

"Como me toque, ahí os quedáis, no vuelvo a trabajar ni un día en mi vida"
Foto: Magazinespain
Luego, además de mucha gente en bañador, nos encontramos a Álvaro de Marichalar, o a Pipi Estrada, no estoy segura al cien por cien. Sea quién sea, nos cuenta como si fuera una cosa del otro jueves que durante la cuarentena, ha hecho una única comida al día. Ya ves tú, como casi todos. Yo, al menos, empezaba a comer a eso de las ocho de la mañana y ya, hasta las diez de la noche, non-stop. Eso sí, nos da una receta muy interesante sobre cómo hacer gazpacho, que consiste en pelar tomates, pero que sean de verdad - yo una vez lo hice con tomates de corcho, de los que se ponen de atrezzo en los fruteros y hombre, malo no estaba, pero le faltaba sabor, la verdad - y meterlos con zanahoria y pepinos, sin pelar, en un recipiente para batirlos. Al final le pone por encima piñones y huevo picado, previamente cocido, eso sí, que en crudo queda un poco asqueroso. Gazpacho a su estilo, lo llama el tío, que tiene el cuajo de decir que se le da bien la cocina.

Trabajar, no, pero cocinar... tampoco.
Foto: elEconomista
Y por último, porque este Hola me ha dado un poco de sueño desde la portada, Lourdes Montes, en lo que el Hola llama su verano más impresionante. ¿Por qué? Pues no lo sabemos, pero el caso es que ella nos saluda muy sonriente y nos cuenta que su padre, al principio no llevó muy bien eso de que saliera con un hombre diez años mayor que ella. Chica, pues ya puede dar gracias, que podía haber sido peor. Que se lo pregunten al padre de Ana Soria, la nueva novia de Enrique Ponce.

Foto: Instagram Lourdes Montes 



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lunes, 6 de julio de 2020

Capítulo 6. Margarita, la princesa del escándalo (parte III)

Por mucha voluntad que Margarita le pusiera, estaba claro que lo suyo con Tony no tenía arreglo. Él seguía viviendo una vida de playboy que hubiera hecho gritar de la envidia al mismísimo Julio Iglesias y ella... pues iba a fiestas, bebía - se cuenta que desayunaba vodka y cigarrillos - y acudía a actos oficiales en los que se aburría como una mona.

Un día, Margarita cayó en la cuenta de que sus amigos Anne y Colin, esos en cuya boda conoció a Tony, le habían regalado a su vez, para su propia boda, un terrenito en una isla del Caribe muy exclusiva. Lo típico que te pones a buscar en un cajón el certificado de empadronamiento y te encuentras con las escrituras de una parcela, no me digas que no te ha pasado. La isla en cuestión era Mustique, la recordarás porque fue la elegida por Ana Boyer para casarse con aquel espanto de vestido que nos dejó a todos con el culo torcido y llorando de dolor.

"¿Tú tienes una casa en Mustique, piltrafilla?"
Con sus escrituras en la mano, se fue para Mustique y según cuenta su amiga Anne Coke-Tennant, la misma que le había regalado el terreno, como le pareció que la parcela era pequeña, cogió las estacas que la delimitaban y las colocó unos cuantos metros más pallá. Que otra cosa no, pero humilde, tampoco. Ella era Margarita de Inglaterra y si necesitaba unos metricos más para que le entrase la piscina, a ver quién iba a decirle a ella lo contrario.

Estamos a finales de los años 70, la prensa del corazón está empezando a despuntar y Mustique se convierte en un refugio para algunos famosos con mucha pasta, más vicios y cero ganas de ser vistos. A Mustique solo se podía acceder en barco y no se permitía la visita a la isla si no era para alojarse en el único hotel que había entonces. Vamos, que si estabas pensando coger un patinete y la nevera para irte a pasar el día mañana, olvídalo. La isla, además de un maravilloso enclave natural, era un oasis de privacidad y si a eso le sumas que también era un paraíso fiscal, no te extrañará que celebridades como David Bowie, Paul McCartney o Mick Jagger decidieran hacerse una casita allí. Por la temperatura, mayormente, que era muy buena.

Margarita, con el Chuli, el Pay y el Cabra en Mustique
Margarita, que era la expresión más royal del punk y del rock n´roll, ya era amiga de Jagger desde hacía un tiempo. Se habían conocido en Londres en una fiesta y desde entonces, se hablaban. Claro, al verse en Mustique se saludaron porque fíjate tú, qué coincidencia, vienes mucho por aquí. Y chica, pues ya que estaban por allí, pues aprovecharon para ponerse al día de lo suyo. Tan al día se pusieron que, por lo visto, en uno de sus encuentros comieron tantas chuches que a Margarita se la tuvieron que llevar al hospital con una sobredosis de azúcar. A todo esto, su hermana, Sumaje, encantada de la vida con el romance, como ya os podéis imaginar. Tan contenta estaba que cada vez que alguien le sugería a Mick como posible receptor del título de Caballero de la Orden del Imperio, a la reina le daba un chungo. Cinco veces se lo propusieron a la reina como candidato y cinco veces dijo ella que antes se iba a Primark el primer día de rebajas que otorgarle esa distinción a alguien que tan mala influencia había sido para su hermana. Como si Margarita no viniera ya influenciada de casa. Hasta que en 2002, Tony Blair le dijo que se le estaba viendo mucho el plumero, que había hecho Sir a Paul McCartney o a Elton John y que dado que lo de Mick y su hermana era vox populi, que no se lo daba porque le tenía manía, cantaba por soleares. Con todo el dolor de su corazón, la reina le otorgó la distinción, pero espérate que el otro rencoroso, no fue a recogerla hasta 2003, porque tenía la agenda a tope, según le dijo.

"Ay, que te como los morritos"
Pero dejemos a Mick y volvamos a Mustique, a finales de los 60. Allí la gente tenía que entretenerse y para ello, se dedicaban a dar fiestas. Que podían haberse dado con una piedra en la espinilla, pero se conoce que lo de montar festivales, les iba más. Cuando hablamos de fiestas, en el entorno de Margarita, no nos referimos a reuniones para jugar a la canasta y tomar el té. No. Nos referimos a festivales que ríete tú de los ingleses en Salou.

"Esta noche, de tranquis"
No quisiera yo que creyerais que Margarita estaba siempre de fiesta en Mustique. También estaba de fiesta en Escocia y fue precisamente allí donde conoció a Roddy Llewellyn, un jardinero paisajista muy introducido en los círculos aristocráticos, diecisiete años menor que Margarita. En concreto, se conocieron en una fiesta que daban Anne y Colin Tennant, efectivamente, los mismos en cuya boda había conocido a Tony y los mismos que le habían regalado la casa de Mustique. Algunos dirían que eran un poco alcahuetes, pero no seré yo la que lo haga. Tras una velada en la que todos los presentes se dieron cuenta de que allí había tomate, Margarita invitó a Roddy a pasar unas vacaciones en Mustique y claro, Roddy no se pudo negar, porque no se le había ni pasado por la cabeza hacerlo.
Roddy, Margarita y Anne Coke-Tennant en Mustique. Roddy era jardinero, a la vista está, de los que tienen a gente enterrada en el jardín. 
A todo esto, yo no sé si se os había olvidado, pero Margarita y Tony seguían casados. A temporadas, vivían juntos en Londres, pero ya os podéis hacer una idea de que la convivencia era de todo menos tranquila. Ella sabía que su marido tenía una relación con una mujer llamada Lucy Lindsay-Hogg, pero claro, tampoco estaba en disposición de echarle nada en cara. Llegó a pedirle el divorcio en varias ocasiones, pero Tony no estaba por la labor. Hasta que en 1976, salta la sorpresa en Las Gaunas. No se sabe cómo, una fotografía de Margarita con Roddy hecha en Mustique se filtró a la prensa y los amoríos de la princesa quedaron al descubierto. Justo en ese momento, en la sociedad británica había un profundo debate sobre la utilidad de la monarquía, el despilfarro económico que esta suponía. Las fotos de Margarita en una isla caribeña, con un hombre casi veinte años más joven que ella, que no era su marido, no hicieron sino ponerla en la diana de todas las críticas, habida cuenta de que la señora cobraba una asignación semanal de mil libras. De mil libras esterlinas de mediados de los setenta, ojocuidao.

A Tony le pilla la noticia de los cuernos de su mujer en Australia y se indignó muchísimo, pero por dentro se le reían los huesos porque la prensa se tiró en tromba a criticar a Margarita, lo que le vino de perlas para que no se hablase de que él llevaba años engañando a su mujer y todo digno, se marchó de Reino Unido. Dos años después, en 1978, el divorció se hace efectivo, aunque de facto llevasen separados más de diez años. Margarita, por su parte, sigue la relación con Roddy, quien se sentía realmente abrumado por la repercusión que su romance con la hermana de la reina estaba teniendo. No sé en qué mundo vivía el hombre, así mismo os lo digo, para no ser consciente de que tener una relación con la hermana de la Reina de Inglaterra, diecisiete años mayor que él, iba a despertar cierto interés en la prensa sensacionalista. Aun así, antes de dejar a Margarita para casarse con otra mujer, a Roddy le dio tiempo a grabar un disco, que digo yo que si el ex de Karina, el Domingo Terroba, lo hizo, a ver por qué no lo iba a hacer él. Por razones que no llego a entender, no lo petó y el disco fue un absoluto fracaso. Juzguen ustedes mismos:


Margarita fue poco a poco desapareciendo del panorama social, ya no solo por el mal de amores - después de dejarlo con Roddy no se le conoció ninguna pareja - sino porque físicamente estaba hecha una pena. Le habían extirpado, como a su padre, parte de un pulmón en 1985. Cada vez seleccionaba más sus apariciones y una de ellas fue dar una entrevista a la revista ¡Hola!, en su edición inglesa Hello!, que acababa de iniciar su andadura en el Reino Unido unos meses antes. La mujer se lamentaba de que la realeza se hubiera convertido en un objetivo de la prensa del corazón y criticaba a Diana y a Fergie por contribuir a ello. Si la pobre levantase la cabeza...

Después de una neumonía, un derrame cerebral, de quemarse los pies de manera severa con agua hirviendo en la bañera, lo que la dejó en silla de ruedas por un tiempo y de varios accidentes cardiovasculares que le habían dejado como secuelas problemas para deglutir, pérdida de visión y parálisis en el lado izquierdo, Margarita falleció en 2002 apenas un par de meses antes de que lo hiciera su madre.

Pese a no tener un papel decisivo en la vida política de su país, fue sin duda una de las personas que más influyó en la evolución de la familia real hasta ser tal y como la conocemos - y adoramos - ahora. Fue el primer miembro de la familia real en divorciarse y sin duda, abrió el camino para que sus sobrinos nietos pudieran casarse con personas que no perteneciesen a la realeza. ¿Fue feliz? Bueno, a ratos. Sin duda, sus años con Roddy fueron los más felices de su vida y así se lo confesó la reina Isabel a Anne Coke-Tennant en los funerales de Margarita, cuando le agradeció que los hubiese presentado, porque "Roddy trajo a la vida de Margarita la felicidad que había perdido". Lo que sí podemos asegurar es que Margarita es, sin ningún género de dudas, uno de los miembros de la familia real británica más interesantes y un auténtico icono pop del siglo XX.

¡Ole tú, Margarita!

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