domingo, 25 de octubre de 2020

Un estilo ecléctico, un aserejé y un buenorro venido a menos.

Esta mañana estaba yo pensando en que existen dos realidades que conviven como buenos hermanos que se odian. Por un lado, está la realidad de Twitter, en la que vamos a morir todos y por el otro, está la realidad de Instagram, en la que a pesar del coronavirus, la vida mola un montón y todos somos guapos y tenemos las casas ordenadas y si hay que hacer cuarentena, pues se hace, pero con desayunos de cafés con leche humeantes y bollitos de canela, acurrucados entre mullidos edredones de plumas y con calcetines gordos de lana. 

Pero sin duda, la realidad que más me gusta, la suprarrealidad, el realismo mágico inconmensurable, está en ¡Hola!. En nuestra revista favorita encontramos un mundo en el coronavirus, sencillamente, no existe. Es como un reducto de paz y calidez en el que la gente sigue yendo a fiestas, paseando por las calles despreocupados, sin mirar a tu alrededor para asegurarte de que nadie invade tu espacio personal de seguridad y en el que la preocupación máxima es si la foto para la sección "Todo esto es mi casa" nos la hacemos amasando pasteles o descalzos con los pies encima del sofá. 

Yo quiero vivir dentro de las páginas del ¡Hola!, así mismo os lo digo. 


Hablando de los millonarios random, esta semana tenemos el gusto de conocer al hijo que Nacho Duato tuvo con el alto de Los Morancos, que lejos de dedicarse al humor o al ballet, decidió consagrar su vida a ser el joyero de la princesa Charlene de Mónaco, entiéndase como joyero el que le diseña las joyas, no es que de repente Charlene sea la Bella, Alberto, la Bestia y este buen señor haya perdido su forma humana para convertirse en una caja guarda joyas con bailarina (esto por parte de su padre Nacho) y vivir como el primo hermano de Lumière, Chip y la señora Potts. Aunque como idea yo ahí lo dejo. 

Lorenz Duato Cadaval, joyero de la princesa Charlene

El caso es que Lorenz, que ha trabajado para Chanel o Louis Vuitton, nos cuenta que la casa la descubrieron por casualidad, en un anuncio (del Idealista o de Milanuncios.com, no detalla esta información) y que tiene un estilo "ecléctico". Por lo general, cuando en ¡Hola! sale esta palabra, malo María, porque suele ser sinónimo de "todo lo que tengo, traigo" o "este estilo se llama ecléctico porque síndrome de Diógenes estaba cogido". Pero las cosas como son, en esta ocasión la casa es bastante mona, aunque claro, alguna cosa que comentar tiene, porque sino no estaríamos aquí, estaríamos viendo el debate de La isla de las tentaciones, aunque de eso ya hablaremos otro día (o no). En primer lugar, me gustaría destacar los sillones de la página 8. Concretamente los dos que os pongo en esta imagen:

A ver, esto será una pieza de arte y todo lo que queráis, pero yo, cómodo, lo que se dice cómodo, no lo veo. Es la típica silla que le ofreces a tu cuñao cuando viene a casa, con la esperanza de que pille la indirecta y se pire cuanto antes, pero ya te advierto que tienes esa batalla perdida, porque el cuñao de verdad, el cuñao premium es inasequible al desaliento y poco dado a pillar este tipo de señales. Pero volviendo a los sillones, he investigado y resulta que son dos piezas de unos artistas brasileños llamados los hermanos Campana, que tú los dejas sueltos un sábado por la mañana en un Ikea y para las seis de la tarde te han hecho cinco o seis obras de arte que ríete tú de Leonardo, Velázquez, Picasso, Dalí y Caravaggio. Para muestra, un botón: 

Tú a los hermanos Campana les das un Toysurs y una pistola de silicona y se mean en los vídeos hipnóticos de "Ideas en 5 minutos" y "Crafty". De verdad, poned "hermanos Campana sillones" en Google y gozad. 

Pero estábamos hablando de Lorenz y si algo tiene Lorenz, son las ideas muy claras, como bien lo demuestra en la página 12. Nos muestra aquí una fotografía de su lecho conyugal, cuya pared adornan unas letras plateadas en las que se puede leer "A la folie". La revista me perdonará, pero es vital que os comparta esta imagen para que sintáis lo mismo que yo. 



Que sí, que ya sabemos todos que esto en francés no quiere decir eso, pero una ante todo en la vida, es española, y sacar el doble sentido - y más si es picantón - a las cosas es uno de nuestros pasatiempos nacionales. 

Continuando nuestro recorrido por las páginas interiores de ¡Hola! nos encontramos que Ben Affleck y Ana de Armas han vuelto a verse, porque por lo visto hacía dos meses que no se veían. O al menos, que no les sacaban fotos juntos y claro, pues la prensa ya especulaba que su relación había pasado a mejor vida. Ahora, una de dos, o sí que están juntos, o si lo han dejado, han quedado como amigos, porque Ben le abre la puerta a Ana con un gesto de broma. Os prometo que esto lo cuenta el ¡Hola! así. 


También os digo que a juzgar por la foto, Ben bien podría estar diciéndole a Ana "que sepas que tu Rosito lo he quemado en la hoguera". Aunque sin duda, el reto en esta noticia está en ver la camiseta de Ben y no pensar "ja deje tejebe tude jebere sebiunouba majabi an de bugui an de buididipí". 

Otro reto que nos propone la revista esta semana es no llorar al llegar a la página 22. En serio, intentadlo, yo no he podido. Porque tú tienes en tu mente esto: 

"Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las legiones Fénix y el que le dio nombre al hijo de Sergio Ramos y Pilar Rubio"

Y de repente llega ¡Hola! y te parte la vida con esto: 

"Chati, escucha, así estaba yo, date cuenta"

Que sí, que todos envejecemos y que es difícil mantener el cuerpo de los treinta, lo sabemos todos. Pero es que esto es atentado contra el patrimonio artístico y contra un icono cultural, coño. 

Aún sin recuperar del soponcio, me encuentro con la Bruni, que dice algo de la reina Letizia y de que su hijo tuvo el coronavirus y que le hizo comer en su cuarto, que fue todo muy desagradable pero que al menos no se contagió. Diecinueve años tiene el pollo, ¿sabes? Pero bueno, que a mí esta señora me da más sueño que una tortilla de valeriana y orfidal y tampoco me he leído la entrevista, lo reconozco. 

Por otra parte, Mario Conde se ha echado una novia que hace tres décadas tuvo sus más y sus menos con el príncipe de Bélgica, ese que tiene cara de enterrar gente en el jardín y es que Mario es un tipo que se echa novias con las que comparte siglo de nacimiento, cosa que le va a venir muy bien ahora que la juventud se ha quedado sin botellón, con esto del toque de queda, que me estoy imaginando al Ponce corriendo por los parques huyendo de la policía, con las bolsas de hielo en la mano, y oye, me da la risa floja. 

Hablando de Ponce, su ex, Paloma Cuevas, ha vuelto a trabajar. Sí, te lo juro. El reportaje viene ilustrado con esta foto de su Instagram, y claro, tú lo ves y dices, "madre mía, que se va a poner a segar los campos". 


Pero no, es un proyecto nuevo que la tiene muy ilusionada y que pronto dará a conocer (Spoiler: que el proyecto tiene que ver con el diseño de joyas/interiores/ropa de hogar/colección de ropa infantil, lo saben hasta el que le vende la ropa de macarra viejoven al desubicao de su ex).

Y bueno, para ir terminando, Carolina y Carlota, que nos vuelven a dar una lección de estilo. Que digo yo que será de estilo Halloween o de estilo "me he comprado la ropa en el outlet de H&M", porque válgame el señor si esto es estilo, yo soy la que le sirve el té a Sumaje. 


Yo es que os juro por mi vida que es oír las palabras "estilo", "glamour" y "Mónaco", todas juntas en la misma frase y me hago cruces, me araño la cara, me meso la melena y me arranco los pelos de las cejas, porque Dios bendito del cielo. 

Y ya no queda mucho más por comentar. Una tal India Hicks, que es ahijada del príncipe Carlos (la nieta de Lord Mountbatten, cuya historia os tengo que contar porque es muy fuerte), que dice que a su madre, cuando nació de imprevisto en Barcelona, y cuyo parto atendió un otorrino, la liaron en una manta unas monjas y la metieron en una cesta para perros, porque por lo visto en toda Barcelona no fueron capaces de encontrar un ginecólogo, ni con la ayuda de Alfonso XIII, que finalmente fue el padrino de su madre. Yo, de verdad, las películas que se monta la gente deberían tener su propia categoría en los premios Oscar. 

Nos quedaría lo de la princesa Leonor y los premios Princesa de Asturias, pero yo hace mucho tiempo que dije que no quería hablar de niños, que no tienen culpa de nada. Solo desde aquí un mensaje: Leonor, si me lees, la próxima vez que salgas por televisión, pellízcate la oreja izquierda. Yo lo entenderé como un mensaje de que quieres que vaya a por ti y te lleve a un Zara y que te invite al McDonals. Pago yo (guiño, guiño), ¿vale? 

Que tengan ustedes una buena semana y vayan comprando papel higiénico y levadura, que luego se me amontonan.

¡Un abrazo chillao!

8 comentarios:

  1. Ay qué bueno reírse en una noche así.... Gracias, Paula!!!

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  2. Gracias por este maravilloso rato.
    Eres genial.
    Un abrazo.

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  3. Maravillosoooo!!! Como diría la Pantoja. Muy bueno Russell Crowe, tienes que ver La Voz más Alta (serie en Movistar) que vas a flipar!!

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  4. Maravillosoooo!!! Como diría la Pantoja. Muy bueno Russell Crowe, tienes que ver La Voz más Alta (serie en Movistar) que vas a flipar!!

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  5. De verdad que gozada reirme asi Paula!!!

    He de decirte también que he terminado tu primer libro...👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 Bravo maja. Voy a por el segundo

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