miércoles, 1 de julio de 2020

Capítulo 6. Margarita, la princesa del escándado (Parte II)

Habíamos dejado a Margarita echando cuentas de si le convenía casarse con Peter, pero por muchas vueltas que le daba, la declaración de la renta le salía a pagar a la muchacha, así que le dijo "te lo agradezco, Peter, pero no". Que ella estaría muy enamorada y todo lo que tú quieras, pero tanto como para renunciar a su familia, a su título nobiliario, a que le llevasen todos los días de tu vida el desayuno a la cama y a un sueldazo nescafé (y no necesariamente en ese orden de importancia), a lo mejor no.
"A mí es que lo de que me quitéis la Visa ahora, me viene regular, la verdad"
En conclusión, que aunque Margarita tenía el apoyo del pueblo para casarse con Peter, se lo pensó mejor e hizo un anuncio a toda Gran Bretaña: sus responsabilidades como miembro de la familia real y como cristiana estaban por delante del amor que sentía por Peter, así que renunciaba a casarse con él.

Para pasar el trago, Margarita hizo lo que haría cualquier soltera: irse de fiesta. Alternaba eventos oficiales, con puestas de largo, recepciones y bodas de amigos, que era lo que por edad más cerca le venía y lo que más le tocaba la moral, probablemente porque siempre le venía la típica cansina con aquello, de "bueno, y tú, ¿para cuándo?", una pregunta que si acabas de renunciar a casarte con el amor de tu vida, pues igual te joroba un poco.

Una de esas bodas a las que la invitaron fue la de Lady Anne Coke (sin relación con la bebida, que sepamos) y Colin Tennant, barón de Glenconner. Ella fue sin muchas ganas, las cosas como son, pero se vino a fijar en el muchacho que hacía las fotos, que estaba de muy buen ver y le estaba poniendo ojitos. El zagal en cuestión era Anthony Armstrong - Jones, un fotógrafo con fama de rompebragas y reputación más que cuestionable. Modelo a la que le hacía un reportaje, modelo a la que le enseñaba el teleobjetivo. A ella le hizo tilín, a pesar de que en un primer momento pensaba que era homosexual - en realidad, Anthony era bisexual - así que empezaron a quedar con mucha frecuencia, pero en el más absoluto de los secretos. Claro, como iban de un lado para otro en moto, con el casco puesto y quemando rueda, pues nadie se dio cuenta que la que iba de paquete era la mismísima hermana de la reina.

"Marga, nena, échale un ojo al fotógrafo, a ver qué te parece"
En esa moto no iban a otro sitio que al piso que Tony había alquilado como estudio (guiño, guiño) pero que básicamente utilizaban para lo que ya todos nos estamos imaginando. Coincidió que Margarita tenía que renovar su retrato oficial, algo así como cuando al resto de los mortales nos caduca el deneí y te haces una foto en el fotomatón de al lado de comisaría, pero que en su caso, al ser princesa, pues llevaba un poco más de trabajo. Claro, si te estás haciendo arrumacos con un fotógrafo, queda feo que le digas que esta tarde no puedes quedar, que te tienes que ir a hacer unas fotos, así que por una vez, Peter usó el picadero para lo que se suponía que lo tenía: para hacer fotos. Por lo que sea, Margarita acabó posando para Tony desnuda de cintura para arriba y casi acaba mandando la foto al palacio, aunque finalmente decidieron guardarla. Años después, la foto saldría a la luz y fuentes de Palacio se apresurarían a asegurar que esa foto se tomó en 1967, cuando la princesa ya estaba casada con Tony, pero la cosa no coló.

"Hombre, igual para un sello de correos no es, pero como foto de perfil del Insta me viene de lujo"
Total, que llega 1960 y el Buckingham anuncia que Margarita y Anthony, Tony para los amigos, se casan. Muerta te quedas, el primer plebeyo que se casaba con alguien de la casa real británica en 400 años, ná pal caso. Y, a ver, muy bien la cosa no sentó entre las estiradas y rancias casas reales europeas, porque solo la danesa mandó representación a aquella boda. Pero ojo, que también puede ser que se vieran venir el panorama y que dijeran que para lo que iban a durar, no hacían el gasto. Desencaminados no iban, porque la primera hija de Tony, extramatrimonial obviamente, nació mientras él estaba en Bahamas de luna de miel, aunque no la reconoció hasta cuarenta y cuatro años después.

Tras su boda, Margarita conoció a todo el faranduleo a través de Tony y se hicieron muy amigos de Peter Sellers y su señora. Bueno, para decir la verdad, se cuenta que tuvieron algo más que amistad y que compartían unos raticos muy agradables. Hicieron hasta una peli juntos, que no dura más de diez minutos pero que ya os digo yo que en el presupuesto había un apartado para agua con misterio y otro para gominolas, porque tela.


Tony y Margarita tuvieron dos hijos, que a menudo dejaban con la tita Sumaje para irse de viajes oficiales y de cachondeo. Uno de los viajes más sonados que hicieron fue a EEUU, concretamente a California. Durante ese viaje, la princesa Margarita dio por primera vez una rueda de prensa, porque hasta entonces lo que se estilaba es que la familia real diese comunicados, pero sin preguntas ni nada. Sin embargo, con el viaje de Margarita, la casa real trataba de dar una imagen de renovada modernidad. Se hospedaron en el Hotel Beverly Hills y un productor los agasajó con una cena a la que invitó a lo más granado de Hollywood, entre otros, a Frank Sinatra, Mía Farrow, Liz Taylor y Richard Burton. A estos dos no los colocaron en la mesa presidencial y cuando se dieron cuenta, se largaron sin cenar porque les supo a cuerno quemado. Cosas de las estrellas.

"Yo es que soy más de los Rolling, de Mick Jagger en concreto, la verdad"
Aunque a Tony al principio le iba lo de ser royal, de todo se cansa uno en la vida, así que poco a poco, dejó de hacer cosas protocolarias y de acompañar a Margarita en los actos oficiales. Como pasaban poco tiempo juntos, Tony empezó a distraerse con otras cosas e hizo suya la frase "ave que vuela, a la cazuela", poniéndole los cuernos a Margarita con todo lo que se me meneaba. Cuando ella se lo echó en cara, él le dijo que cero dramas, que hiciera ella lo mismo, pero ay, amigo, cuando Margarita le puso los cuernos a él, bien del todo no le sentó y Margarita terminó por dejar a su amante.
"Hola, soy Troy McClure, tal vez me recuerden de películas como "Margarita, lo que te dije del amante iba en broma"
Sí, Margarita cortó toda relación con su amante porque a pesar de todas las infidelidades de Tony, Margarita estaba profundamente enamorada de él y de todo lo que él representaba: modernidad, vida bohemia, farándula... Así que cuando su marido le pidió que dejara a su amante, ella lo hizo sin duda, pues salvar su matrimonio era su prioridad. Se conoce que no tenía a nadie cerca que le dijera "amiga, date cuenta" y la pobre creía que aún había algo que salvar.

En el próximo capítulo os cuento cómo y cuándo llegó el divorcio y qué hay de cierto en los rumores que dicen que Margarita tenía cierta "simpatía por el diablo".


1 comentario:

  1. Simplemente genial!!! Novte haces una idea de lo entretenido que es leerte!! Se me pasa volando y mebda unabrabia tremenda que se ne termine!¡ Esperando al próximo capítulo. Mil gracias!!!!

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