En cuanto a vuestras impresiones sobre los precios de los materiales montessori, la inmensa mayoría opinásteis que eran demasiado caros, innacesibles para la mayoría de las familias y que se han convertido en un gran negocio elitista.
De todas las respuestas que me disteis, me vais a permitir que me quede con una, porque resume a la perfección lo que os voy a contar en este post.
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Gracias @yeseniapt por tu respuesta |
- la consideración del niño como un ser competente capaz de tomar decisiones, que debe ser agente activo de su propio proceso de aprendizaje
- el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene en cuenta los periodos sensibles en el desarrollo del niño (aquellos momentos de su desarrollo en los que el niño está más receptivo para adquirir un aprendizaje)
- gran importancia de la observación a través de los sentidos y de la experimentación en la naturaleza como forma de aprendizaje.
- el fin educativo último es la autonomía en todos los ámbitos: emocional, social, moral y crítica.
El modelo educativo desarrollado por María Montessori, por tanto, aboga por dejar a los niños actuar con libertad, como forma de potenciar su desarrollo mental, siempre dentro de un ambiente preparado por el educador, entendiendo este ambiente preparado como un espacio educativo adaptado a las características y necesidades del niño. Es decir, el niño, efectivamente, actúa libremente, pero siempre dentro de los límites que le hemos marcado como educadores (maestros o padres).
Y es en este ambiente preparado donde entran en juego los materiales montessori, que es el quid de la cuestión. La señora Montessori estableció algunas de las características que debían tener los materiales para el desarrollo cognitivo apropiados para su método, entre las que destaco:
- centrarse en una cualidad del objeto (peso, color, tamaño, forma, dureza...).
- que sean autocorrectivos, es decir, que no sea necesaria la intervención del educador para corregir los errores.
- que estén adaptados al niño, ya sea en tamaño, facilidad de manejo, que le sean atractivos y que motiven al aprendizaje.
En principio no parecen unos requisitos que resulten en materiales prohibitivos, inaccesibles para la mayoría de las familias, demasiado caros o que puedan derivar en un gran negocio elitista, ¿no?
Pero ahora viene la madre del cordero. A principio de este siglo XXI resurgió un movimiento (que ojo, tampoco es nada nuevo, viene de la teoría del apego de Bowlby desarrollada en los años 50) al que se le vino a llamar crianza natural, que indudablemente casaba a la perfección con los postulados del método montessori. El siglo XXI, además, está siendo el siglo del consumismo y del capitalismo por excelencia, no hay duda, y hete aquí que nos encontramos con que la señora María Montessori no vio la necesidad de registrar su apellido, así que nos hallamos ante un cóctel molotov: padres que manejan un exceso de información, pero que en muchas ocasiones carecen de herramientas críticas para procesarla, oportunidades de negocio infinitas a través de las redes sociales y de internet en general y un nombre, convertido en adjetivo, montessori, que parecer ser garantía de una educación de calidad, del desarrollo óptimo de las capacidades del niño y en definitiva, la llave para conseguir hijos multidisciplinares y preparados para enfrentar el mundo. Nombre que además se puede usar sin ningún tipo de restricción ni control, puesto que al no estar registrado, no tiene derechos de copyright.

Hemos creado así el impuesto montessori, ese adjetivo mágico capaz de incrementar el precio de producto hasta en un 350%. ¿Si acuesto a mi niño en una cama montessori de 400 euros se va a levantar más listo, más multidisciplinar y con mayores capacidades que si lo acuesto en una vulgar cama de Ikea de 100 euros? Probablemente no. La autonomía y el desarrollo de sus capacidades no depende de que la cama se apellide montessori, depende de que, por ejemplo, la cama le permita dormir sin barrera y que esté situada a una altura del suelo suficientemente pequeña para que el niño pueda levantarse a hacer pipi por la noche sin necesidad de ayuda. ¿Será mi hijo el más listo del cole si le compro una fregona montessori de 40€ en lugar de una fregona de juguete de 5€? Pues el niño no lo sé, pero igual tú el más espabilao de los padres, no eres...
Ojo, en ningún momento estoy diciendo que los juguetes didácticos no valgan lo que cuestan. Indudablemente, un buen juguete de madera o materiales naturales, diseñado y desarrollado por pedagogos, que cumple con una serie de objetivos educativos, en definitiva, un juguete de calidad, no es barato, aunque sin duda alguna, merece la pena invertir en ellos. Encontraréis multitud de tiendas que tienen maravillas (yo misma sigo a algunas de ellas en Instagram, pero no me atrevo a mencionarlas por miedo de olvidar a alguna. Prometo hacer labor de búsqueda y recopilación). Pero que no os engañen: que algo se apellide montessori no es garantía de nada. Sin duda ninguna, está mucho más cerca de los postulados de María Montessori un niño recogiendo hojas de árboles caídas y clasificándolas por su forma, color o tamaño que un niño jugando con un "gabinete botánico de madera montessori" de 110€, por muy montessori que se apellide.
Parafraseando a @yeseniapt, si la pobre María Montessori levantase la cabeza, se moría del disgusto.
¡Un abrazo chillao!
Señor..hace tanto mal la falta del dinero como la abundancia.
ResponderEliminarLa educación la damos los padres con el ejemplo, contempló alucinada como ñoños que en teoría, van a buenos colegios están asilvestrados...luego veo a los papis y me lo explico.
Desde mi punto de vista y de mi experiencia los niños necesitan límites y estar encima...hasta que vuelen...pero educar es duro.
Estar encima de que se lave los dientes, den los buenos días y respeten...es muy duro cuando además trabajas, llevas tu casa, estudias...intentas llevar el pelo decente, pero para mi eso es más importante y necesario que mandarles a un campamento en Escocia, y más en la adolescencia cuando tanto nos necesitan...es mi opinión, respeto todas
Pues tienes toda la razón, qué quieres que te diga. Un niño puede ir a un colegio Montessori y tener todos los juguetes didácticos del mundo, pero si no tiene un padre/madre que lo acompañe, lo guíe y que le dé ejemplo, no sirven de nada. Un beso!
EliminarPues chica yo no lo veo. Para hacer a mi hija independiente le enseñé a subirse y bajarse de su cama (de altura normal) estando a su lado para que no tuviera miedo y por si necesitaba ayuda y reforzandola. Ahora puedo estar tranquila de que se suba y sabe perfectamente a qué alturas no debe subir ella sola sin tener que vivir a ras de suelo...que no dormimos en futones. Del resto, mi montessori es que juegue con las cacerolas y todo lo que alcanza por la cocina siempre observando por si coge algo que no debe. A cero euros oyes !
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